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¿POR QUÉ NO SIRVEN LAS DIETAS HIPOCALÓRICAS?

POR QUÉ NO SIRVEN LAS DIETAS HIPOCALÓRICAS

Si entramos en internet y en uno de los buscadores más utilizados e insertamos el término “dieta hipocalórica”, aparecen más de 136000 resultados. Pero ¿sabes realmente lo que es una dieta hipocalórica? ¿Qué efectos tiene en tu organismo? Y lo, más importante a nivel de salud ¿es útil o no lo es?

Una dieta hipocalórica es aquella que su contenido calórico es inferior al gasto total de la persona que la lleva a cabo. Dentro de esto, puede ser más o menos restrictiva, equilibrada o además ser desequilibrada (en cuyo caso los efectos perjudiciales sobre el organismo pueden incrementar más aún).

Los peligros para la salud derivan de los metabólicos ocasionados por seguir una mala dieta, especialmente, cuando se trata de una dieta que promete grandes resultados sin muchos esfuerzos y carece de control por parte de profesionales sanitarios.

 

CAMBIOS METABÓLICOS QUE PUEDEN PRODUCIRSE

Principalmente, la forma de emplear las reservas de energía por el organismo va a variar:

  • Cuando seguimos una dieta hipocalórica, ya que el organismo desconoce si se ha reducido la ingesta por voluntad o por falta de alimentos, a lo que se suma que tampoco sabe hasta cuándo va a durar la restricción, responderá intentando que las reservas se alarguen el máximo tiempo posible, por lo que reducirá su gasto basal.

 

  • Una vez reducido su gasto basal, cuando al organismo le llegue más energía de la habitual, esta irá destinada a reforzar las reservas corporales (depósitos grasos).

 

  • Si has seguido alguna vez una de estas dietas, además habrás notado que te cuesta más moverte y tienes más pereza de la habitual. Es habitual que resulte más pesada la realización de un ejercicio físico. Así el gasto es menor y las reservas se mantienen más tiempo.

 

  • También se reduce la termogénesis inducida por la dieta. Esto es el calor producido por la digestión. Por tanto, la cantidad de calorías que se consumen cada vez que iniciamos un proceso digestivo es menor.

Además, es muy común que este tipo de dietas se realice sin ningún control sanitario, o con un mal control (sería el caso del profesional que recomienda esta dieta y además la acompaña  de diuréticos, hormonas tiroideas y anfetaminas sin un uso médico justificado).

 

AUNQUE ESO PASE ¿ES ÚTIL PARA ADELGAZAR?

Este tipo de dietas suele utilizarse por perfiles que no consiguen adelgazar significativamente con ninguna dieta. Por lo que suelen ser ciclos de dieta-no dieta y no un cambio real en la alimentación.

Estos ciclos llevan a que en el organismo, los centros de control del equilibrio energético aprendan a “superar” los periodos de dieta, adaptándose a los descensos de la ingesta sin apenas alterar el peso.

Además, por los cambios metabólicos que hemos visto que se producen, en caso de que se haya dado una pérdida de peso sin un cambio de hábitos, la probabilidad de recuperar la pérdida en el momento que se vuelve a disponer de nuevo de energía es muy alta.

 

¿Y SI SE COMBINA CON EJERCICIO FÍSICO?

Si se trata de una dieta sin seguimiento profesional los resultados probablemente serán los mismos que hemos hablado anteriormente. En cambio, existen estudios en los que se han comparado distintas dietas combinadas con un ejercicio físico aeróbico semanal en el que se induce menor reducción de la tasa metabólica basal, favoreciendo un mejor perfil de composición corporal (Noelia Bonfanti y cols. 2014), pero este parámetro se sigue viendo afectado (aunque sea en menor medida).

 

¿HACER DIETA O CAMBIAR HÁBITOS? LA RESPUESTA SIEMPRE ES LA MISMA: ¡CAMBIO!

Para adelgazar de verdad, lo que se traduce como reducir a un porcentaje saludable nuestra grasa corporal, muchas veces es necesaria la ayuda profesional que garantice una pérdida progresiva y a largo plazo, teniendo en cuenta todos los factores implicados: tipo de alimentación, actividad física, motivación, situación económica y social, problemas de salud, etc.

FUENTES CONSULTADAS:

Montse Vilaplana. Dietas hipocalóricas. OFFARM. Revista Elsevier 24:1. Enero 2005. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-dietas-hipocaloricas-13070732

Noelia Bonfanti y cols. Efecto de las dos dietas hipocalóricas y su combinación con ejercicio físico. Nutr Hosp. 2014;29(3):635-643. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v29n3/24originaldeporteyejercicio01.pdf

 

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